MEDIACIÓN. ¿AHORA?

    Cuando consigues que el pasado se marche y de nuevo llama a la puerta Cuando esa llamada viene envuelta en papel de dialogo y sabes que sólo es maldad. Escuchas la voz de nuevo y se te remueve lo mas hondo de tu dolor. Esa voz que te pide un absurdo al que no piensas ceder. 

    Ver los ojos que miraste con pasión, amor más tarde con lágrimas, después con rencor y ahora no sabes que ves en ese reflejo. Te ves a ti mismo cuando eras amado y después apartado sin más Dos silla con una tercera que quiere que hables y tú tan sólo quieres oír un motivo Excusas absurdas que sólo cuentan dinero. Responsabilidad que tan sólo llega en forma de lucha. Dialogo absurdo que mi mente no entiende. 

    Me lleno de ti otra vez al oír tu sonido. Me traes de nuevo al presente cuando escucho qué dices. Tu olor que aun recuerdo está muy cerca de nuevo. Seis años sin venos de frente es mucho tiempo. Todo es distinto pero debería haber sido lo mismo. 

    Por qué el dinero gobierna tu vida. La mía está llena de sentimientos que tú no quisiste. Cada uno evolucionamos en caminos opuestos. Pero tenemos cruces entre ellos cada cierto tiempo. Qué quieres ahora no tengo más que cederte. Lo que pides no voy a dártelo ya que no es mío y lo sabes. Tú como siempre ya no sabes lo que es entregar. 

   ¿Recuerdas cuanto tenías dentro? Yo sí y por eso me duele no poder sentirlo ya en ti. Apasionado por todo, sobre todo en besos, hablabas con ellos. Cuerpos que transmitían con sólo rozarse. Entendíamos todo con tan sólo un gesto o una respiración algo agitada. Noches eternas que nos llevaban a la charla y la risa. Manos que se tocan y agarran muy fuerte bajo un cielo oscuro con luces. Llamas de fuego frente a nosotros calentando nuestros cuerpos desnudos. Sonido de olas que nos acompaña en momentos amargos que se tornan más dulces con el roce de un beso. Una voz al teléfono sustituyendo tu presencia pero jamás tu vacío. El sonido de una llave en la puerta que despierta en ti una sonrisa de bienvenida. Compartir  tanto que no tengas de que hablar y sin embargo no poder parar de hacerlo. Respirarte en la almohada cuando tú ya te has ido sabiendo que volverás a llenarla con tu aroma de nuevo. Nada es rutinario cada día distinto cada día un beso nuevo que cuenta que sientes. Leer los dos al mismo ritmo las mismas letras con tu cuerpo a mi espalda. Juegos de niños que nos trasladan pero sin perder el contacto. Respeto mutuo a nuestro espacio pero desear compartirlo casi al completo. Cuidados de amantes que se entregan sin más. Silencios tan llenos de vida. Caricias que no cesan con ternura infinita. Amantes que llegan acompasados al éxtasis mirándose a los ojos. 

    Todo eso recuerdo de ti y ahora sólo veo la amargura que te provoca el dinero. Yo no lo tengo pero eso no me hace peor. El tuyo no es para mí y por eso no cedo. Pero ¿era necesario llegar a este punto de farsa? Mediación a deshora que tan sólo me trae recuerdos del pasado que hubo y tu mismo has perdido. Yo sigo teniendo en mi el que fuiste un día y sé que entonces eras feliz y no un hombre sin alma como te has vuelto.