¿A qué entras? está vacío.
¿Me harás daño? Eres muy especial jamás haría eso.
¿Por qué lo dices no me conoces? Se ve que eres distinta.
¿Cómo eres? Como tú.
¿Qué quieres de mí? Sólo compartir.
Y tras eso es vacío, la oscuridad, el dolor, la soledad,
una cama sin nadie y una vida que sigue sola como siempre.
Se repite una y
otra vez hasta que al fin no quieres más esa cama casi es mejor no dormir nunca
y no tener sueños compartidos.
que pocas palabras pero cuanto dicen si entran en tu vida para que para unos dias , no quedan hombres que valoren los sueños y quieran compartirlos para siempre, nos hemos hecho egoista e individualistas y ellos son como vampiros que una vez que te utilizan y cogen lo mejor de ti se van te entiendo , este escrito me encanta es la realidad, cada vez van mas a los suyo y al final tu sola en la cama gracias por escribir algo asi y me encanta como escribes
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