MI DECEPCIÓN DEL 25S

   

   Hoy es 25 de septiembre, el día que en teoría íbamos a luchar por nuestros derechos perdidos. Nos han quitado libertades, ayudas, subsidios, prestaciones, los jubilados deberán pagar parte de sus medicamentos, otros nos los ha excluido y debemos repagarlos, los inmigrantes pasan a la categoría de mascotas domésticas en lo que a sanidad se refiere, padres que no pueden dar de comer a sus hijos y no hablemos ya de comprar los libros del colegio. La educación a pasado a ser cosa de ricos, comer una fiambrera en el colegio es a precio de restaurante, nos han subido el IVA, los transportes públicos tienen precio de alquiler de limusina, los pañales y compresas son objetos de lujo, la gente pierde sus hogares, así mil cosas más.

    Parecía que el 15M traería soluciones pero sólo trajo asamblea tras asamblea y algún pequeño avance. Los mineros hicieron una marcha y fueron el ejemplo para muchos, el país se volcó con ellos, pero como siempre nos falta constancia seguro que bien pocos de los que los apoyaron saben cual es la situación actual de ese conflicto y en el fondo no les interesa, es sólo que en un momento eso llamo su atención. El 25 S iba a ser diferente por fin la sociedad abría los ojos y perdía el miedo, se organizó y difundió información, trajo mucha cola que si de donde venia la iniciativa, que si de unos que si de otros, eso nos tuvo entretenidos unos días. Entre tanto el gobierno siguió con lo suyo, el rescate está cerca y pagamos intereses altísimos por colocar nuestra deuda, pero parece que eso que nos tenía tan atentos que era la prima de riesgo y el bono a diez años ya no interesa a nadie, tenemos juguete nuevo y se llama 25 S.

    Nos distrae un tupper que una mujer arroja en un momento como si fuese un acto heroico, cuando en realidad no es más que la impotencia de una madre desesperada. Esperanza dimite, como si eso cambiase algo, pero nos divierte saber que ha sido tras una bronca con Rajoy puro morbo en el fondo.

    Por fin llega el día desde unas horas antes las redes ardían con eso, la manifestación se produce y empiezan los problemas, la policía, como siempre, empiezan las cargas y ahí es cuando nos delatamos de veras, no recordamos cual es nuestra lucha y huimos, corremos, nos vamos, no damos la cara, no basta con ir hay que permanecer en el sitio y ser constantes. Vemos que pegan a otro y ya no nos acordamos que es un compañero de lucha al que hay que ayudar y proteger, nos sale el instinto egoísta y lo dejamos atrás, ese es nuestro problema sólo nos duelen o preocupan las cosas cuando nos tocan de cerca o cuando están de moda en las redes, pero pasados unos días aunque el problema persista no somos capaces de prestarle atención es más cómodo evitar pensar en él y seguir adelante con nuestra vida aunque esta sea peor.

    Ahora convocan manifestaciones en protesta por los heridos hoy. Y yo me pregunto, no hubiese sido mejor echarle una mano para que su herida sea menos grave aunque te lleves tú un golpe. Esa nueva manifestación traerá más heridos y detenidos sin duda, aunque no sea justo ni nos guste nuestra policía es así violenta y cruel parece que no son humanos o no sufran recortes. Mientras tanto el gobierno se ríe en nuestra cara, nos conocen muy bien y saben que tragaremos lo necesario sin ser nunca capaces de luchar con tesón, constancia y valentía sobre todo conocen bien nuestra falta de fraternidad y lo dado que somos a manifestaciones pacificas y festivas