domingo, 30 de septiembre de 2012

LÁGRIMAS DE CAMBIO



    Hoy me he descubierto llorando, otras veces he vertido lágrimas, pero llorar como hoy hacía ya mucho.
     Sentada en la cama con la luz apagada sola en casa, mis compañeros han salido, sentada frente al ordenador tuiteando y de repente tenía la cara mojada el pecho con gota corridas, no había música en ese momento y sí por fin he llorado.
     Llorado con dolor, con pena, con rabia, llorando sin saber muy bien el por qué. Pero sintiendo esa opresión fuerte en el pecho, el estomago llenándose  de aire caliente, la mente que se nubla, esas lágrimas que por mucho que quieras pararlas no dejan de salir, la nariz se tapona y de repente sollozas como una niña, abrazas la almohada y necesitas llorar sin que nadie te pare.
     El detonante ha sido algo reciente pero he llorado por tanto, por los años perdidos, por los golpes recibidos, por el abandono de mi vida, por estar lejos de todo, por no haber aprendido o por saber demasiado y querer olvidarlo. Me he sentido dolida y pequeña, mi cabeza ha empezado a dar pulsaciones, cada vez el llanto ha sido más y más fuerte, suerte de estar sola y poder sacar ese dolor,  ese peso interior. Es duro siempre estar aguantando, siempre tener la sonrisa en la cara, no me gusta que me vean mal. Pero hoy aquí sin nadie he podido llorar de verdad, he sacado años de soledad y frustración, años de  ser quien no soy, de arrepentirme de ser yo misma de nuevo, mi mente saltaba de un sitio a otro sin control.
     Tras mucho tiempo así, de repente ha anochecido, me he quedado dormida sin más y me despierto ahora, no sé que me ha pasado, mi cuerpo necesitaba sacar tantas cosas, me siento agotada pero vacía en el buen sentido, es como si de repente el dolor que había en  mi hubiese salido al fin, no estoy ni feliz ni contenta pero sí relajada y paciente ante todo o que ha de llegar. Tengo los ojos hinchados, me duelen al abrirlos, la almohada esta húmeda aun, es como si en ella quedase todo lo oscuro que en mi había. Nadie me ha abrazado cosa que he echado en falta unos brazos pero no unos  cualquiera, si no los brazos de alguien que supiese de mi, del porqué de mi llanto al que no tuviese que dar explicaciones ni intentase calmarme, tan sólo que me apretase muy fuerte. Sabéis muchos pensáis que soy fuerte pero la verdad necesito apoyo como el más débil o como todos supongo.
      Me duele la cabeza, no sé si de llorar o de recordar, pero no es algo triste tan sólo es un desahogo que creo que llevo años retrasando, nunca puedo parar y pensar en mi tanto como ahora.
    Cada vez me siento más fuerte pero también más vulnerable de nuevo, supongo que eso es un avance a ser de nuevo humana, sé que no debo dejar que la tristeza me venza nadie merece mis lagrimas, pero creo que el hecho de que ese comienzo tenga nombre, no significa que haya sido por eso si no por poder volver a la vida que todos conocen, entender que no es malo mostrase débil, que no es necesario ser una roca pues a la larga pasa factura. Creo que al fin de verdad empiezo de nuevo el camino hacía todo aquello que sabía que estaba y no quise ver durante tanto tiempo.


4 comentarios:

  1. Mar, eso que te ha ocurrido, es bueno, no lo dudes, es como si tuvieras una espina en la garganta y por fin la expulsas y después la observas en tus dedos y dices "¡por fin!".
    Pues eso, ahora eres más tu, eres en definitiva un ser -como digo muchas ves- que te reinicias y vuelves con más fuerza.
    Un abrazo fuerte y apretado.

    ResponderEliminar
  2. por fin explotaste ya te dije que pasaria , cuando te vi que a penas te empezabas a desnudar me di cuenta , que habias tapado mucho tiempo y que hasta que no vomitaras , y lloraras todo lo que habias tapado no empezarias una vida nueva y no te darias cuenta de la gran mujeres que eres , llevas buen camino animo y gran entrada ,sigue desnudandote y mientras tu llorabas yo tambien lloraba contigo porque es injusto que una mujer tan buena lleva tanta pena dentro , te quiero mi otro yo gran entrada , mas profunda cada vez gracias

    ResponderEliminar
  3. Cuando leí esta entrada lo primero que comprendí es que poco se puede hacer por un amig@ cuando se está tan lejos. Me hubiera gustado acompañarte,solo con mi presencia, sin hacer nada mas. Sólo estar ahí. Espero que esta explosión de emotividad valga para que te sientas mejor una buena temporada. Ha veces cargamos que la presión nos sobrepasa

    ResponderEliminar